Por: Angélica Peña
La seguridad en la cadena logística y el comercio lícito han sido algunos de los temas más debatidos en los foros especializados.
En el reciente Encuentro de la Alianza Latinoamericana Contra el Contrabando se abordaron diferentes temáticas como las buenas prácticas de las zonas francas para el control del comercio ilícito.
Sobre este último punto se concluyó que la reglamentación colombiana es robusta en materia de controles, las zonas francas en Colombia no solamente siguen los lineamientos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sino que también adoptan mejores prácticas que les permiten ser un eslabón seguro en la cadena logística y de comercio exterior.
El Consejo para la Lucha contra el Comercio Ilícito de la OCDE ha hecho recomendaciones relativas a la adopción voluntaria de códigos de conducta, acceso a datos estadísticos y alianzas entre partes autorizadas. Además, introdujo el concepto de zonas francas limpias.
Estas zonas francas se caracterizan, según este organismo internacional, por dar acceso incondicional a las autoridades competentes, suministrar información de sus actividades, prohibir actividades sin garantías, llevar un registro digital sobre bienes y servicios, asegurar el acceso a los registros digitales por parte de las autoridades y contar con un punto de contacto para entrega de información, entre otros.
En Colombia, las zonas francas cumplen con los elementos enunciados, por eso son zonas francas limpias. No solamente dan acceso incondicional a las autoridades, sino que es obligatorio que la DIAN cuente con oficinas dentro de la zona franca, todos los movimientos de mercancías se registran en sistemas informáticos y se transmiten a la DIAN por medio de un mecanismo de interoperabilidad.
Las garantías son un elemento necesario no solamente de la operación misma de la zona franca, sino de las operaciones de comercio exterior que realizan sus usuarios. Para los usuarios de las zonas francas es obligatorio llevar manuales de prevención, control de lavado de activos, financiación del terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva.
Así mismo la normatividad colombiana contempla controles del tránsito aduanero de mercancías desde su llegada al país y hasta su ingreso a las zonas francas.
En relación con los controles voluntarios y las mejores prácticas, las zonas francas llevan procesos de debida diligencia y han llevado a cabo importantes inversiones en tecnología que les han permitido identificar riesgos y casos de posible violación a la normatividad que ponen en conocimiento de las autoridades competentes.
De acuerdo con información suministrada por la DIAN, del año 2019 al año 2021 se registraron 141 investigaciones, de las cuales 54 resultaron en requerimientos y 37 en sanciones a usuarios de zonas francas. Esto significa que, del total de operaciones de ingresos y salidas de mercancías, menos del 5% ameritan una investigación por parte de la autoridad aduanera, menos del 2% dieron lugar a la presentación de cargos sancionatorios y un porcentaje cercano al 1% tuvo como resultado la imposición de una sanción.
En Colombia operan 124 zonas francas en 20 departamentos del país generando más de 152.000 empleos e inversiones acumuladas por más de 46 billones de pesos. Son más de 1.000 empresas, que en un 90% son mipymes, comprometidas con la seguridad de la cadena logística.
Tomado de: Más Colombia