Colombia busca la ruta para romper con la dependencia comercial de Estados Unidos

Los expertos afirman que para diversificar las exportaciones, el Gobierno de Petro debe modernizar los anticuados procesos aduaneros y combatir la falta de interés entre los empresarios

La breve crisis diplomática del pasado domingo entre Estados Unidos y Colombia exhibió la profunda dependencia del país sudamericano de su socio del norte. La amenaza de Donald Trump de subir los aranceles un 25% a los productos colombianos hubiera afectado a una de cada tres ventas al extranjero que realiza Colombia cada año. Superada la emergencia, este escenario ha creado una oportunidad para el Gobierno que lidera Gustavo Petro de diversificar los destinos de las exportaciones, con China y Europa como los principales focos, según consideran los expertos. Aun así, afirman, hay varios obstáculos por combatir, como la histórica falta de interés o los anticuados procesos aduaneros.

“Colombia tiene que diversificar sus exportaciones cada vez más para alimentar al mundo. Venderles a todos los países que podamos: no depender de ninguno”, pidió Petro este miércoles a su nuevo ministro de Hacienda, Diego Guevara, durante la ceremonia de posesión. El Ejecutivo colombiano ha vivido esta semana de primera mano la volatilidad de Trump, que puede poner en peligro en cualquier momento la estabilidad de la economía nacional, al ser Estados Unidos su principal socio comercial y primer destino de las exportaciones de una gran variedad de productos como las flores, el café, las frutas y verduras y el petróleo.

Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), coincide en la urgencia de ampliar el mercado, pero no a costa de la relación con Washington. “Estados Unidos es y seguirá siendo un aliado para Colombia. No podemos verlo como un Estado enemigo y es esa percepción la que lleva a escenarios como el del domingo”, argumenta, en referencia a la pugna entre Petro y Trump sobre el trato a los migrantes deportados, que casi aboca a una guerra comercial.

Salir de la órbita de la potencia norteamericana no es una tarea fácil, sino que debe haber un esfuerzo conjunto entre el Gobierno y el sector privado, admite Díaz. Los informes mensuales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (Dane) dan cuenta de que, aunque Estados Unidos se mantiene como el principal socio exportador e importador del país, se ha reforzado la relación comercial con otros Estados como Panamá, India y China.

Es precisamente en China, principal rival geopolítico de Washington, en donde se pone ahora la mirada. El ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, se reunió esta semana con el embajador chino en Colombia, Zhu Jingyang, con quien revisó el “el avance de la profundización de las relaciones comerciales”, afirmó en X. Por el mismo medio, el diplomático manifestó que hay “buenas noticias en camino”.

El acercamiento comercial entre Bogotá y Pekín se ha intensificado en los últimos años. En octubre, Colombia inició el proceso para entrar en la iniciativa de La Franja y la Ruta, el nombre oficial de la Nueva Ruta de la Seda, un proyecto trasnacional con el que China busca potenciar sus vínculos comerciales en todo el mundo. “Un socio comercial de la envergadura de China es muy importante para el mercado nacional”, indica Verónica Peláez, experta en comercio internacional.

Tomado de: El País

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