Un reciente estudio del Banco Mundial reveló cuáles son los puntos fuertes y débiles del país en materia de calidad logística. Hablamos con un experto sobre cómo a través de la Academia, el sector privado y las empresas, se puede llegar a un punto más alto.
En el más reciente informe del Índice de Desempeño Logístico (IDL) realizado por el Banco Mundial, Colombia presenta mejoras en la última década, sin embargo, retrocedió en su desempeño logístico en los últimos 20 años. En el estudio, se compara a Colombia frente a otros países, ubicándolo en la posición 66 de 139, cayendo frente al anterior reporte del 2018 por los rezagos en materia de calidad logística, seguimiento y localización, aduanas, envíos internacionales y competencia.
Pese a que el país presenta mejoras en términos de infraestructura y puntualidad, el componente que más debe trabajar es la eficiencia en el despacho de aduanas y gestión de fronteras, mejorando el cumplimiento de las formalidades aduaneras necesarias para permitir el ingreso de las mercancías al territorio fiscal para su uso interior o para su exportación y articulando los avances tecnológicos y de digitalización.
Carolina Lozano, directora de programas de Administración de Empresas y Administración en Logística y Producción, de la Universidad del Rosario, habló con PUBLIMETRO sobre los resultados del estudio y explicó cómo desde el sector privado, las empresas y la educación, se puede mejorar el desempeño logístico en el país.
“Hay diferentes aristas desde las cuales se deben trabajar. Por un lado, seguir construyendo desde la política pública para facilitar y mejorar los servicios logísticos del país, especialmente en el tema de infraestructura y servicios. Por otro lado, las empresas deben tomar mayor conciencia sobre la importancia que tiene la logística y la cadena de suministro para sus negocios. Si estas prestaran mayor atención en capacitar mejor a su personal o vincularan personas que están formadas en estos temas, podrían hacer una mejor planificación y desempeño de sus sistemas logísticos”, reveló Lozano.
Además, agregó que la logística no solo aborda temas de transporte y distribución, también incluye mejorar la gestión de las cadenas de suministro, la planificación y gestión de la producción y de los inventarios, pues se encuentra presente en todo el ciclo de vida del producto.
Por lo anterior, una mala planificación en tiempos o una mala decisión de suministro puede implicar mayores costos que se trasladarán e impactan directamente al consumidor, haciendo que las empresas pierdan competitividad; de allí la importancia de entender cuál es el impacto que tiene la logística en un proceso empresarial particular y cómo gestionarla de la mejor manera, satisfaciendo las necesidades de los clientes, con productos y servicios de calidad, entregas rápidas, a costos razonables, procesos eficientes y, contribuyendo a que las empresas sean sostenibles y amigables con el medioambiente.
El gran aporte de la Academia
Debido a los grandes desafíos que trae consigo el desempeño logístico en el país, cada vez se requieren más profesionales que puedan hacerle frente a esta temática, capaces de hacer una planificación de la demanda, una buena gestión de inventarios, una simulación de operaciones que les permita ir midiendo los puntos de resistencia que tiene el negocio y, en especial, que entiendan cómo a través de la innovación se pueden proponer nuevos modelos de negocio para la compañía.
“En la Universidad del Rosario formamos profesionales que tienen estas competencias, que ven la logística no solo desde la parte operativa, sino desde la perspectiva estratégica de la organización, capaces de liderar y gestionar los diferentes eslabones de la cadena de suministro (abastecimiento, producción, distribución) y los procesos logísticos con un enfoque sostenible. En el Programa de Administración de Logística, de la Universidad del Rosario, los profesionales aprenden a generar proyectos de emprendimiento en temas de logística con dos aspectos importantes: primero, con una visión global, que les permite adaptarse a los cambios emergentes y crear soluciones a los desafíos del entorno empresarial complejo, divergente e interconectado, y segundo, abordando la logística desde la innovación y la sostenibilidad”, concluyó.
Tomado de: Publimetro