Los nuevos mecanismos de reducción de emisiones se suman a las dudas en las proyecciones mundiales. Consumo tendrá un rol clave.
La sostenibilidad será uno de los eslabones que conformará la estructura del comercio exterior en el 2023, un período en el cual la incertidumbre también seguirá presente como flagelo de los choques macroeconómicos que sucedieron este año.
“Las navieras para el 2023 van a tener que controlar la eficiencia en el consumo del combustible. Este año será de pruebas y en el 2024 lo hacen aplicable con lo que se estudió. Los barcos y navieras que no estén cumpliendo tendrán que ajustarse”, señaló el ejecutivo.
Ahora bien, dada la escasez del biocombustible y su precio, es muy probable que las navieras terminen reduciendo la velocidad de los barcos para cumplir con los estándares solicitados. Así lo asomó en agosto el CEO de Maersk, Soren Skou.
Por otro lado, Moreira agregó que, si se aplica la estrategia de la reducción de velocidad, los barcos que están construyéndose entrarán a la rotación de hoy en día, “lo cual de alguna forma limita la capacidad; va a apoyar a que se pueda cumplir con la regulación”.
En su más reciente informe, la Unctad enfatizó en que “se necesitan más inversiones para reducir la huella de carbono”.
Tomado de: Portafolio