Colombia sigue sin abrir su economía todo lo necesario, y esto le resta potencial. ¿Cuáles son los desafíos que tiene que superar el país para lograr estar más abierto al comercio exterior?
El comercio exterior en las economías más desarrolladas del mundo es, como sabemos, una parte importante de su economía, y Colombia, teniendo en cuenta el avance que está viviendo el país en los últimos años, no debiera de ser una excepción. Como sabemos, el país ha experimentado un crecimiento económico sostenido en las últimas décadas, y su sector exportador, aunque sigue siendo menor que en otras economías de la región, ha jugado un papel importante en ese crecimiento. Sin embargo, Colombia sigue sin abrir su economía todo lo necesario, y esto resta potencial a una economía que sigue sin exprimir un motor económico más que testado.
Pese a que estamos hablando de la cuarta economía del continente latinoamericano, Colombia ha sido una economía que, históricamente, ha sido de corte proteccionista, y pese a que la tendencia ha cambiado sustancialmente desde hace años, el país, atendiendo a los datos, sigue presentando una apertura muy limitada y más que diminuta si la contrastamos con la apertura que presentan otras economías de la región; teniendo en cuenta que la apertura, atendiendo a la medición que utilizamos todos los economista, se mide con base en la relación comercio exterior/PIB.
En datos, el peso del sector exterior en el PIB colombiano ha ido creciendo hasta situarse en el 37% del PIB. Pese a que la intención de esta economía es que la ratio siga creciendo hasta situarse en, aproximadamente, el 50% del PIB, la serie histórica nos muestra un crecimiento muy gradual de la apertura que pospondría esta proporción muchos años. Además, las cifras que ofrecen otras economías vecinas, como México, nos señalan que, pese a la apertura, el sector exterior colombiano, teniendo en cuenta que en México es el 80% del PIB, sigue muy lejos de aprovechar todo el potencial que este motor económico, a la luz de los datos, ofrece.
Dicho lo anterior, y teniendo en cuenta los beneficios que aporta el comercio exterior a las economías que apuestan por él, la intención de la columna de hoy es, además de resaltar esa incapacidad de la economía colombiana para aprovechar un motor económico como el comercio exterior, señalar algunos de los desafíos que enfrenta la economía colombiana para, teniendo en cuenta esos beneficios, comenzar a apostar por este motor económico como es debido.
En este sentido, uno de los principales desafíos que enfrenta Colombia en su comercio exterior es la volatilidad de los precios de sus productos básicos. Colombia es un importante productor y exportador de materias primas, como petróleo, carbón y café. Sin embargo, estos precios son altamente volátiles y pueden afectar negativamente la economía del país. Por ejemplo, una disminución en el precio del petróleo puede tener un impacto significativo en la economía colombiana, ya que es uno de sus principales productos de exportación.
Otro desafío importante es la dependencia de los mercados internacionales. Aunque la diversificación de las exportaciones colombianas ha mejorado en los últimos años, el país sigue siendo muy dependiente de los mercados internacionales, especialmente de Estados Unidos y China. Esta dependencia puede ser problemática, ya que la economía de los países importadores puede afectar negativamente la economía colombiana.
Además, la infraestructura insuficiente y la inseguridad en algunas áreas del país pueden ser obstáculos para el comercio exterior. La falta de infraestructura adecuada, como puertos y carreteras, puede dificultar el transporte de bienes y aumentar los costos de exportación. La inseguridad en algunas áreas también puede ser un obstáculo para el comercio, ya que puede aumentar los costos de seguridad y disuadir a los inversores extranjeros.
Otro desafío importante es la falta de acuerdos comerciales. Aunque Colombia ha firmado varios acuerdos comerciales en los últimos años, todavía hay muchos mercados importantes a los que no tiene acceso libre de aranceles. Esto significa que los productos colombianos pueden tener una desventaja competitiva en comparación con los productos de otros países que tienen acuerdos comerciales más favorable.
En conclusión, el comercio exterior, como señalo al inicio, es un motor económico importante para el desarrollo económico de Colombia, y contar un con este motor económico otorga aún más capacidad al país para crecer. Sin embargo, hemos de señalar que, además de apostar por el comercio y por la apertura de la economía, también debemos abordar los desafíos que en este artículo se describen para, con la apertura real de la economía, aprovechar el potencial de esta gran fuente de ingresos e inversión extranjera al máximo.
Por: Francisco Coll Morales*
Tomado de: Forbes Colombia