HACIENDA CASABLANCA, LA EMPRESA QUE EXPORTA CAFÉ ESPECIAL A PAÍSES COMO JAPÓN Y SUIZA

Este negocio que tiene 17 años de historia no solo exporta café, sino que se dedica al ecoturismo, agroturismo y cuentan con una tienda de café

Hace casi 20 años una familia adquirió la Hacienda Casablanca, una finca que se dedicaba al cultivo de café orgánico, pero que tenía unos cafetales muy antiguos que no se renovaban desde hacía tiempo, con una infraestructura deteriorada en los equipos de procesamiento y en las instalaciones.

Como en la mayoría de los emprendimientos los primeros años fueron difíciles. Durante tres años la familia estuvo vendiendo cafés a cooperativas, pero no lograban encontrar equilibrio financiero. “Debimos identificar las falencias del cultivo para tomar decisiones de manejo agronómico, de personal y de inversión adicional de capital para mejorar la infraestructura de procesos postcosecha”, explicó Liliana Caballero, fundadora de la empresa y marca Hacienda Casablanca.

Una de las decisiones que tomaron como negocio fue pasar de cultivos orgánicos certificados a solo conservar la certificación Rainforest Alliance respetando los principios de cuidado medioambientales.

“Manejamos nutrición de fuentes minerales de Yara que ayudaron a que los cultivos fueran más productivos y amigables con el medio ambiente, y trajimos diferentes variedades para diversificar el mercado que veíamos en crecimiento. Nuestro objetivo era entregar un café de altísima calidad con gran responsabilidad social y ambiental”, agregó.

Pero para lograr cafés de esta calidad se requiere de mayor mano de obra y dedicación, identificar un mercado que este dispuesto a pagar por el valor agregado y contar el diferencial de producción. “Para ello se debe ser consciente de los procesos que, aunque tengan un mayor costo y esfuerzo, también imprimen una gran pasión en cada grano de café. Hay que saber trasmitir al consumidor final por qué tu café es especial y diferenciado”.

La empresa comenzó con cultivos de variedad Gesha que, según Caballero, son muy difíciles de mantener por su adaptación a los suelos. “Logramos con mucha dedicación y esfuerzo la primera cosecha de esta variedad. No todo fue bueno, pues no teníamos un mercado para venderlo y se hacía muy difícil comercializarlo por no tener aliados para ello”.

En 2016, la marca participó en el Yara Champion Program, con la expectativa de figurar como finalistas. “Tuvimos la fortuna de quedar campeones en ese año. Ese fue el inicio real de nuestro negocio, empezamos a trascender para ser la empresa que hoy somos”, agregó la empresaria.

Esta promoción lograda con la participación, permitió que fueran a Seattle a conocer clientes y productores de café de especialidad. “Aprendimos más de procesos diferenciados y empezamos a exportar y vender directamente nuestros cafés. Hoy día somos productores, exportadores, tenemos una finca agroturística, eco hotel y una tienda de café en nuestra finca”, añadió.

La empresa vende a Estados Unidos, Australia, Inglaterra, Islandia, Japón, Suiza y Canadá. También tienen un portafolio amplio en sus variedades de café, no solo cuentan con Gesha, que es la más representativa, sino con Colombia, Castillo, Borbon Rosado y Cenicafé.

Ya cuentan con 15 personas contratadas con todas las garantías de ley. “Tenemos 15 empleados directos y 18 indirectos con los de cosecha, en los que se incluyen señoras que nos ayudan a la selección manual en los procesos de trilla”, explicó.

Tenemos nuestra finca y también ahora mismo estamos haciendo unas alianzas con vecinos que producen café para comprar las cerezas y procesar, de esa forma podemos pagarles un valor adicional, añadimos valor a nuestro café y hay una colaboración y un crecimiento en conjunto con nuestros vecinos”, agregó.

Tomado de: AGRONEGOCIOS

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