CAF tiene plan para Norte de Santander y Táchira.
La Cámara Colombo Venezolana (CCV) elevó este martes un llamado a las autoridades de Colombia y Venezuela para lograr una mayor integración de ambos países, especialmente, en la región fronteriza de Norte de Santander y Táchira; que definen con características propias y cuya reactivación comercial sigue en suspenso.
“Esencialmente en los últimos cinco años se destruyó el aparato productivo, pero más que eso, se deterioraron los indicadores sociales en ambos países y se crea una brecha entre las regiones con sus respectivas naciones”, dijo Darío Germán Umaña, director ejecutivo de la CCV, durante su intervención en un seminario realizado por la institución este martes en Cúcuta.
Umaña indicó que esta coyuntura fue reconocida por las autoridades regionales y se ha empezado a trabajar al respecto.
En ese sentido, Víctor Bautista, secretario de fronteras de la Gobernación, dijo que se tiene que hablar de una “cooperación” entre ambas regiones. “La cooperación entre ambos resulta beneficioso para cada uno. Es un elemento de estabilización”, dijo en su participación.
Carolina España, representante de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) para Colombia, indicó que la integración es un factor “clave” para el fortalecimiento de la región, así como para fomentar la participación en las cadenas globales de valor.
De acuerdo con España, la corporación tiene una estrategia de cuarto puntos de acción para impulsar las relaciones de esta zona fronteriza. Estos objetivos están basados en infraestructura de integración; operatividad; procesos aduaneros únicos y un plan nacional de frontera a largo plazo.
Por otro lado, Umaña se mostró enfático en que la migración venezolana puede ser “virtuosa” en orden con la creación de políticas públicas para su integración social y laboral.
INTERCAMBIO COMERCIAL EN CIFRAS
De acuerdo con los datos manejados por la CCV, si la frontera entre Norte de Santander y Táchira se hubiese abierto en octubre, por Cúcuta hubieran pasado entre 45 y 50 tractomulas diarias, lo cual dejaría entre US$80 y US$100 millones mensuales.
Así, de acuerdo con Germán Umaña el comercio binacional habría llegado a US$600 millones, mientras que en 2022 sería de US$1.000 – US$1.500 millones. “Volvería a ser la frontera más dinámica del continente, pese a cómo está Venezuela”, dijo Umaña.
Fuente: Portafolio